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El PP pide al Gobierno celeridad en las obras de la desaladora del Bajo Almanzora y que no cierre el Trasvase del Tajo-Segura en julio

  • Los senadores Rafael Hernando y Luis Rogelio Rodríguez se han reunido con regantes del Levante para analizar la situación de los cultivos de esta comarca en los próximos meses y la problemática que se avecina si el Gobierno decide cerrar el grifo al agua que llega del Tajo-Segura
  • Exigen al Gobierno una fecha de inicio y otra de finalización y puesta en marcha de la desaladora, una infraestructura prioritaria para los regantes del Levante

Los senadores del Partido Popular de Almería Rafael Hernando y Luis Rogelio Rodríguez, junto al alcalde de Huércal-Overa, Domingo Fernández, han mantenido una reunión con regantes del Levante almeriense en la que le han trasladado su preocupación por los continuos retrasos que se están produciendo en las obras de la desaladora del Bajo Almanzora, así como por el posible corte de agua del trasvase Tajo-Segura que se puede producir en el mes de julio y que supondría un varapalo para la agricultura de esta comarca almeriense.

Hernando y Rodríguez-Comendador señalan que esta comarca y su agricultura necesitan agua para sobrevivir y lamentan que desde el Gobierno de Pedro Sánchez no se esté haciendo nada para paliar el déficit hídrico del norte de la provincia. En este sentido, los senadores recuerdan que la desaladora, prevista en el Plan Hidrológico Nacional, iba a suponer un revulsivo importante para la agricultura del norte almeriense, sin embargo, la decisión del Gobierno socialista de situar la instalación en zona inundable, sin realizar ni prever las oportunas obras de defensa y protección de la instalación, acabó con la destrucción de esta infraestructura en 2012 como consecuencia de una riada.

Esta situación provocó un conflicto entre constructores y Ministerio entorno a la responsabilidad patrimonial para poder realizar la reparación y quién debía correr con el gasto, conflicto que se resolvió en 2017 y finalmente se aprobaron los proyectos para la obra de reparación. Sin embargo, tal y como explican los senadores almeriense “a día de hoy la desaladora sigue esperando que llegue el momento de su reparación ante la preocupación de los regantes del Levante almeriense que han estado dos años esperando que el Ministerio de Transición Ecológica y la Dirección de Aguas desbloquearan el informe preceptivo sobre la protección”.

“Queremos que desde el Gobierno expliquen a los regantes cuando piensa iniciar las obras de reparación, y para cuando está prevista su terminación y puesta a disposición de los 20 hm3 que esperan los regantes y ayuntamientos de la zona”, afirman.

Por otra parte, Rafael Hernando y Luis Rogelio Rodríguez esperan que desde el Gobierno de Pedro Sánchez no tomen la decisión de cortar el agua que llega del Tajo-Segura para regadío en el mes de julio, una medida que ya adoptaron en los meses de noviembre y diciembre y que perjudicó directamente a 24.000 hectáreas del Levante almeriense.

Para los senadores esta decisión de la Ministra Teresa Ribera fue “injustificada” y supuso un nuevo castigo para la provincia de Almería, por lo que esperan que “no vuelva a ocurrir”.

“Los agricultores de la provincia llevan tiempo pasándolo mal y lamentablemente por parte del Gobierno socialista lo único que han recibido ha sido varapalos. Ellos han sido esenciales durante la pandemia, han estado al frente de sus explotaciones cada día para que los españoles y nuestros vecinos europeos pudieran consumir las mejores frutas y hortalizas, las de Almería, y por ello le pedimos que no vuelvan a castigarlos”, afirman.


Finalmente, han recordado que cuando gobierna el Partido Popular se apuesta por los trasvases y por las infraestructuras hídricas y cuando gobierna el Partido Socialista lo único que se hace es atentar contra la provincia como ocurrió con la derogación del trasvase del Ebro en 2004, con la paralización total de los proyectos de reparación de la desaladora de Cuevas y de la ampliación de la desaladora de Carboneras y Poniente, y como volvió a hacer a finales de 2019 impidiendo que el agua del Tajo-Segura llegara a los cultivos del Levante almeriense.